No puedo explicarte como me siento ni cuál es la palabra que define con exactitud esta situación, es difícil descubrir quién soy hoy, difícil señalar cuál será el camino que escogeré mañana pero si puedo asegurarte que haré como hasta ahora: lo que mi corazón decida. Siempre he decidido sobre mí misma, he querido tenerlo todo, cuando y donde yo quiero sin importar que se pensará de mi, sin saber si tengo lo que quiero o solo quiero lo que tengo. He decidido dar lo mejor de mí sin esperar nada a cambio, nunca me importó no encontrar solución simplemente tener siempre un porqué para convertirlo todo en una regla de tres. Soñar sin pensar en dejar de hacerlo, imaginar dando rienda suelta a la imaginación, vivir sin limitaciones y por supuesto ser feliz, pero serlo solo si es plenamente así es como a mí me gusta. No prometo buenos resultados, ni logros alcanzados, solo un camino lleno de aventuras por recorrer, miles de historias que conocer, ser protagonista de tu propia vida, contarla en primera persona y no formar parte del guion de cualquier otra. Si, no estoy hablado de ser la más fuerte, ni la más valiente, hablo de intentarlo, de aparentarlo con el fin de creerlo, me equivoco muchas veces, quizás demasiadas y puede que esta sea una de ellas, tropiezo mil veces con la misma piedra, pero eso sí, me levanto todas y cada una de ellas, me encanta hacer de lo que es muy simple algo complejo y conseguir hacer fácil lo que siempre fue difícil. Soy ese tipo de personas que nunca pierden la sensación de comerse el mundo, las que sonríen sin saber porqué, no soy perfecta ni quiero serlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario