Cerraste los ojos tratando de entrar en el juego, de seguir las reglas y de reír lo que los demás ríen. No siempre luchar por pequeños detalles hacen la vida mejor. A veces, hay que aprender a dejar pasar las situaciones, hay mentiras que no hay que desmentir y sentimientos que hay que callar. A veces hay que sonreír y saludar. Dejar pasar aquello que no quieres estropear. Lo peor es que no es la gente, no es la ciudad, no es la situación. Eres tú, y lo sabes.
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